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Decir que el mundo no existe no ayuda ni a la causa de la verdad ni al buscador de la verdad. Admitir que sí existe, con la condición: “pero no materialmente, sino solo mentalmente”, es describir la experiencia con precisión. El sueño existe en la mente que sueña como una serie de pensamientos, aunque el mundo de sueño no sea físico.
13.21.3.4Escucha Que la vida es como un sueño es lo que insinúa la religión, lo que se experimenta en meditación, y lo que se comprende correctamente a través de la filosofía.
13.21.3.22Escucha ...Quienes han desarrollado la visión interna perciben el lado esencial de todo, incluso mientras perciben sus formas; de ahí que vean todo como Unidad. Es como si el soñador supiera que está soñando y por ello comprende que todas las escenas y figuras del sueño no son más que una y la misma cosa ―su mente―, y al mismo tiempo no pierde la experiencia de su sueño.
13.21.3.24,Escucha ... El misterio del universo es, en definitiva, el misterio de la mente. El indudable interrogante que los científicos deberían formularse, y que al final deberán hacerlo, es: “¿Qué es la Mente?”. Llamarla cerebro, carne, es una engañosa respuesta.
13.21.3.29,Escucha ... El mundo aparece ante el soñador despierto así como aparece ante el soñador dormido. La diferencia es que el mundo de despierto es más coherente, consistente y lógico que el mundo de sueños…
13.21.3.29,Escucha Así como nosotros mismos creamos inconscientemente nuestro propio mundo de sueño con todas sus cosas, personas y eventos, así también cuando estamos despiertos experimentamos solamente nuestros propios pensamientos sobre el mundo. Cuando esos pensamientos no están allí, nosotros no estamos allí. Y nuestro mundo no está allí: nosotros y nuestras experiencias son contenidos de la mente. No es como comúnmente se cree, que tenemos una mente, sino que nosotros ―el ego-pensamiento― está en la mente y nunca separado de ella...
13.21.3.29,Escucha Al igual que una persona que está soñando, vemos un mundo a nuestro alrededor y actuamos en él. Pero estamos hipnotizados, mientras el sueño mismo persiste, a aceptar que nuestra experiencia es real. Y, al igual que una persona que sueña, seguimos básicamente sin ser influenciados por toda esta experiencia ilusoria, ya que a pesar de todo somos el Yo Superior, no el ego hipnotizado.
13.21.3.40Escucha ... La llave para comprender este tema ciertamente difícil es pensar en el universo que vemos durante el sueño y luego recordar que ese universo mismo, sus mares y continentes, su gente y sus animales, sus sucesos en el tiempo y sus distancias en el espacio no existen fuera de la mente de la persona que sueña; que aun cuando millones de personas existen dentro de ese universo, ellas no son otra cosa que ideas que pasan por la mente de aquel que sueña; y que su última substancia o realidad es mente, aunque para el soñador ellas parezcan reales, al igual que el agua, el fuego, el gas, e incluso los noventa elementos químicos de la tabla periódica. Ahora, debemos tratar de ver el universo de despierto del mismo modo, pero con una diferencia: debido a que el ego es una de las figuras soñadas en el sueño de despierto, este debe ser eliminado si vamos a develar el sueño y comprobar que es un sueño en la mente universal.
13.21.3.44,Escucha Cuando nos damos cuenta de cómo la mente, dentro y desde sí misma, entreteje una multitud de seres, cosas y situaciones durante el sueño, comprendemos algo de lo que significa la aseveración de que el mundo entero no es otra cosa que una creación mental.
13.21.3.45Escucha Todas esas pequeñas consciencias que pueblan el universo y son activas en los reinos de la Naturaleza no podrían haber llegado a existir a menos que existiera una Consciencia universal que las originara. Ellas señalan su existencia; silenciosamente hablan de su Origen divino. La idea materialista de que núcleos individuales de vida inteligente pudieran haberse producido a partir de “materia” no inteligente es un absurdo absoluto.
13.21.3.62La mente individual presenta el mundo-imagen ante sí misma a través de y en su propia consciencia. Si esto fuera toda la verdad, entonces sería apropiado considerar que la experiencia es privada. Pero, como la mente individual está enraizada y es inseparable de la mente universal, esto sólo es una parte de la verdad. El mundo-pensamiento del ser humano está incluido dentro del pensamiento de Dios.
13.21.3.70Escucha La consciencia, con todos sus maravillosos atributos y capacidades, es una facultad que compartimos con la Mente del Mundo, por más reducida y aprisionada que pueda estar en el ser humano.
13.21.3.78Escucha ...He aquí, por tanto, la primera práctica del camino definitivo: pensar constantemente en aquella Mente que genera al ego, a todos los demás egos alrededor y, de hecho, al mundo entero. Continúe haciéndolo hasta que se torne habitual. Como consecuencia, con el tiempo, uno tiende a considerar su propio ego con total desapego, como si se tratase de alguien más. Además, nos obliga a identificarnos con el todo, y a comprender la unidad como ser fundamental…
13.21.3.88,...La verdad es que la consciencia crea sus propios objetos ―pero no la consciencia individual, finita, sino la Consciencia que está por detrás de aquella, que es infinita y común a todos los individuos. Esto es difícil de comprender, así que para que sea más fácil tenemos que compararlo con el estado de sueño. En ese estado podemos ver ciudades, hombres, mujeres y niños, montañas y flores, escuchar voces, sentir dolor, y así sucesivamente. Es más, todo esto es tan real que creemos que es el estado de despierto el que experimentamos, y no un sueño. Ahora, ¿quién creó todas estas escenas y objetos? No es nuestra mente finita, ya que no somos conscientes de haber hecho esto. Por lo tanto, hay una mente mayor dentro de nosotros que tiene este poder de crear escenas, objetos y eventos tan vívidamente que nos creemos que son reales. Esta realidad es un mito o, como los hindúes la llaman, Maya.
13.21.3.88,Escucha
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