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El problema consiste en que nuestra noción de lo que constituye la realidad está incorrectamente limitada al mundo de los cinco sentidos, con la triste consecuencia de que ideamos docenas de maneras distintas de alcanzar la felicidad, pero nunca lo logramos.
13.21.1.3Escucha ¿Te dan los sentidos algún conocimiento verdadero de un mundo fuera de tu mente? ¿No es más bien que tus sensaciones de ese mundo son solo ideas dentro de la mente, y que no tienes ninguna seguridad de la existencia de nada más allá de esas ideas mismas?
13.21.1.7Escucha Lo que realmente ocurre cuando ves algo es que te vuelves consciente de dos imágenes producidas en las retinas sensibles y curvas de tus dos ojos. Las imágenes reflejadas ―y no la cosa sólida en sí misma― son todo lo que tú directamente conoces y, por lo tanto, todo lo que ves. ¡El mundo entero en el que tú realmente vives y te mueves es solamente un mundo-imagen!
13.21.1.15Escucha La verdadera capacidad de ver, oír o sentir, oler o saborear no reside en el cuerpo. Un profundo análisis imparcial de la fisiología de la sensación mostrará que este poder reside en la mente.
13.21.1.23Escucha La totalidad de la inconmensurable riqueza natural del universo no está al alcance de los sentidos humanos. Pero esto no es culpa de los sentidos. Ellos no pueden ayudar más que a percibir solo una limitada parte del universo. Existen numerosas vibraciones tanto por debajo como por encima de su rango de percepción. ¡Y aun así tenemos el atrevimiento de afirmar que el mundo de nuestra experiencia, el único que conocemos, es el mundo real y todos los otros son ilusorios!
13.21.1.29Escucha Los órganos de los sentidos explican la naturaleza y nos revelan las cualidades de las cosas en nuestro entorno. Pero, sin la mente, esa explicación y esa revelación nunca podrían ser posibles. Esto se puede probar fácilmente. Cuando retiramos la mente de los órganos de los sentidos, como cuando tenemos un intenso pensamiento o un profundo recuerdo, el ambiente desaparece de la consciencia y apenas vemos las cosas que hay en este. En otras palabras, en última instancia percibimos solo lo que está en la mente.
13.21.1.36Escucha No son los cinco sentidos los que conocen el mundo exterior, dado que estos son solo instrumentos que usa la mente. Tampoco es el intelecto, dado que este meramente reproduce la imagen formada a partir de la suma de lo que reportan los sentidos. Ni los sentidos ni el intelecto son capaces de funcionar por sí mismos. Es el principio de la Consciencia que está detrás de ambos ―y para la cual sentidos e intelecto son simples agentes―, lo que hace posible que seamos conscientes del mundo. Es como el sol, el cual ilumina la existencia de todas las cosas.
13.21.1.56Escucha La consciencia es su propia realidad; no necesita “materia” de la cual derivar.
13.21.1.71Escucha La Consciencia realmente existe, mientras que las cosas que ella da a conocer solamente están presentes cuando éstas son percibidas, palpadas, oídas, o de otra manera sentidas por uno o más de los cinco sentidos que reportan. Esta Consciencia, en sí, es siempre la misma, invariable, es lo único en nosotros en donde hacen su aparición los pensamientos y los cuerpos, y de donde también se desvanecen.
13.21.1.78Escucha En el apuro por afirmar que la mente es solo una función de la sustancia cerebral, ellos usan justamente la misma mente cuya existencia, inadvertida y pasada por alto, hace posible que hagan esa aseveración.
13.21.1.117Escucha En ningún lugar del cerebro físico ningún anatomista puede encontrar aquello que crea el pensamiento, aunque pueda encontrar condiciones que impidan el pensamiento, que lo distorsionen o lo debiliten. Esto es así porque el principio de consciencia existe antes que el cerebro físico mientras éste está vivo, y también después de su muerte.
13.21.1.119Escucha
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