Solo cuando el ego, frustrado y desilusionado, herido y sufriendo, descubre que él no puede cambiar lo suficiente su propio carácter, está listo para rogar, desde su impotencia, por la Gracia. Mientras creyó que lo podía lograr por sí mismo, fracasó. Y el modo de pedir por la Gracia consiste en sentarse perfectamente quieto, no hacer nada de nada, dado que todo lo que hizo antes fracasó.
Source: The Notebooks of Paul Brunton | • Escucha | | |